viernes, 24 de septiembre de 2010

A cantar al valle

Y pues sí, así de simple que me voy... otra vez, pero ahora sí me llevo todos mis pedazos.

"Puras loqueras" me dicen como siempre los demás y ya ni me la creen. "Puras loqueras" pienso cuando leo todo lo que he escrito y me doy risa, porque estaba triste. Y molesta.

Tons me cayó un veinte de pronto y resulta que quiero vivir al sol y muy lejos un rato. Saltar otra vez al vacío ya no me asusta, siento como cosquillas, a lo mejor ahora sí vuelo.

Como parecía muy bohemio explicarme mi vida con metáforas propias y ajenas, hice un enredo gigantesco que yo misma no pude entender todos estos años, no se diga los demás... y luego sentir que nadie me entendía era la puñalada ideal. Y eso del "corazón apuñalado" se veía tan... interesante y misterioso. Ya no soy interesante.

Tal vez aún soy un poco peculiar pero no siento que sea la gran cosa, ya no siento que haya mucho qué desenredar.

El sol no sabe del día o la noche, de maldad o bondad, de errores o aciertos, de café negro o con leche. Es sólo el movimento de rotación de un planeta a su alrededor. Entonces no era para tanto, siempre puede uno volver y ser silvestre.