martes, 22 de agosto de 2006

El asesinato de un nonato

Por si a alguien se le ocurrió que darle un balazo al peje sería una idea original y vanguardista...



Me acordé de esta pintura de Arturo Rivera (ajá, otra) un día que por la noche en un bar pusieron "La Culebra" y casi escuché el eco del disparo en medio del beat de lo que sea con lo que la estuvieran mezclando. Por un segundo reviví un día de tantos en el salón de segundo grado de la secundaria, acomodándome las calcetotas escolares y escuchando el enardecido discurso político de nuestra fascista maestra de ciencias sociales.

El pueblo había perdido a su "presidente electo" mucho antes de las votaciones (divina democracia, el dedo de Dios apuntó y disparó), se puso de moda JFK ("yupi! ya estamos a la altura de los gringos!!") y la gente quedó en un estado de tan honda pérdida que llenaron el vacío del "hubiera" con lastimeros monumentos del difunto "casi-mandatario". Acá en la gran lija tienen el suyo también (en pésima ubicación como todos los demás), me pregunto qué dirá la gente cuando sus pequeños vástagos preguntan "Oye papi/mami... y ése quién es o qué hizo?".

Ahora que... se repitiera? Abajo con el Ángel de la Independencia en Reforma y a poner sobre la columnota trajana un figurón del peje cubierto con hoja de oro y tachonado de rubíes en la zona del impacto (que sería la cabeza, para seguir con la tradición). Así o más kitsch?.

Como carezco de identidad política, sólo me queda fingir que sí tengo identidad religiosa y moral para elevar una plegaria sintética rogando por la integridad del símbolo estético capitalino más importante. No me vayan a balear al peje, por favor.

miércoles, 16 de agosto de 2006

Mono por mono, izaya por izaya



Nunca fui buena para el retrato, así que Dr. Kabeza me dió una mano con eso y de paso hizo una reinterpretación de un extraviado hijo mío. Si él luce más feliz que yo... es por pura coincidencia.