
Éste pobrecito equivocó la vía de escape y acabó secándose bajo mi cama. La cosa hasta parecía un mal augurio; por fortuna no soy supersticiosa y con un poco de barniz lo hice talismán.
Acá me recuerda mucho a los lagartos de Escher
Encuestas revelan que el si el verdadero amor vendiera, el amarillismo sería rosa